En una sentida homilía desde la Catedral Metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, despidió al papa Francisco con palabras de profunda emoción: «Se nos fue el papa de los pobres, de los marginados, de los que nadie quiere». Durante la ceremonia, pidió que el mejor homenaje al pontífice sea la unidad del pueblo argentino.
García Cuerva destacó la coherencia del papa Francisco desde su primer día hasta el último: “Fue el padre de todos, el padre de la misericordia, que nos enseñó que Dios nos ama con locura y entrega la vida por nosotros”. Recordó también su último gesto, al recibir al vicepresidente estadounidense James David Vance para expresar su preocupación por los migrantes.
El arzobispo remarcó que el papa insistió siempre en la “cultura del encuentro” y en evitar el rostro amargo de los cristianos: “Nos decía que no podíamos tener cara de vinagre ni ser quejosos y apesadumbrados”.
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La misa se celebró en el contexto de la octava de Pascua, lo que generó una especial contradicción en el sentimiento colectivo. “Por un lado, celebramos la Pascua, pero al mismo tiempo sentimos el dolor profundo porque se fue nuestro padre. El padre de los argentinos, al que no siempre comprendimos, pero sí profundamente amamos”, dijo García Cuerva.
Finalmente, llamó a tomar el legado del pontífice como un compromiso: “Tenemos que ser un poco Francisco. Hacer de la Iglesia un lugar para todos, sin excluir a nadie. Y sobre todo, tender puentes, dialogar y dejar de enfrentarnos. Que se vaya con la tranquilidad de que sus hijos van a buscar la unidad nacional que tanto nos falta”.
Fuente: TN.