El informe anual de la NOAA señala eventos extremos, desde incendios devastadores en Canadá hasta el deshielo continuo de Groenlandia. La temperatura promedio de julio a septiembre alcanzó 6,4°C, el registro más alto desde 1900. Los expertos resaltan la urgencia de actuar frente a las emisiones de gases de efecto invernadero, según el comunicado de Rick Spinrad, director de la NOAA.
Las temperaturas del verano boreal aumentaron a un promedio de 0,17°C por década, revela la 18va. edición del «Report Card del Ártico de la NOAA». El informe destaca que el Ártico experimentó el sexto año más cálido, con -7°C en general. La tendencia de calentamiento impacta en la disminución de la capa de nieve, el hielo marino y el derretimiento continuo de la capa helada de Groenlandia.
El Ártico canadiense enfrentó su peor temporada de incendios forestales, evacuando a 20,000 personas en Yellowknife en agosto. Además, un lago glacial en Alaska se rompió, causando inundaciones y daños materiales. Los eventos extremos, con la «clara firma» del cambio climático, resaltan la vulnerabilidad de la región.
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El informe concluye que la tendencia al calentamiento global tiene impactos desiguales en ecosistemas y redes alimentarias, afectando a la población. La NOAA destaca la urgencia de reducir las emisiones para abordar estos cambios y preservar la estabilidad ambiental del Ártico.
Fuente: Télam