Una cadena de motines policiales en distintas ciudades bolivianas se registró este sábado. El primero estalló en Cochabamba y hubo réplicas en Sucre, Potosí, Tarija, Beni y Santa Cruz. El movimiento de agentes de seguridad se detectó también en La Paz.
De acuerdo a lo indicado, integrantes del cordón de seguridad en la Casa Grande del Pueblo, la nueva sede de la Presidencia en La Paz, se amotinaron y abandonaron sus posiciones en las primeras de este sábado.
Los uniformados pusieron la bandera de Bolivia en la fachada de la sede de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), mientras otros grupos de policías participan en marchas en el centro de La Paz en contra del Gobierno.
Los motines tienen lugar en medio de la crisis política y social que atraviesa Bolivia desde las recientes elecciones.
En medio de la situación, el presidente de Bolivia, Evo Morales, convocó a los partidos opositores con representación parlamentaria a un diálogo con “agenda abierta” pero también a sus seguidores a “movilizarse para defender la democracia”.
Por primera vez desde que estallaron las protestas tras las elecciones del 20 de octubre, sugirió una eventual intervención de las Fuerzas Armadas.
“Convoco al diálogo a los partidos que han obtenido asambleístas (legisladores) en las últimas elecciones, con una agenda abierta, a debatir para pacificar Bolivia, al diálogo de manera urgente inmediata”, dijo Morales en conferencia de prensa en el hangar presidencial, en El Alto, ciudad vecina a La Paz.
“Nuestro ministro de la Presidencia (Juan Ramón Quintana) está enviando notas para pacificar Bolivia, para preservar la vida”, agregó.
Asimismo, Morales exhortó a las organizaciones sociales afines a él a movilizarse para “defender la democracia”.
Sin embargo, dos de las tres fuerzas opositoras que obtuvieron representación parlamentaria en las últimas elecciones en Bolivia rechazaron la invitación a un diálogo formulada por el presidente Morales.
El ex presidente Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), afirmó que no tiene nada que dialogar con el Jefe del Estado y subrayó que “le toca hoy al señor Evo Morales tomar una decisión, le toca escoger el camino para dejar el Gobierno”.
“Su decisión es la que va a definir su propio destino y el destino de Bolivia; nosotros no tenemos nada que negociar con usted”, dijo el ex mandatario en un video publicado después de la conferencia de prensa de Morales.
La invitación al diálogo también fue rechazada por el senador Oscar Ortiz, de Bolivia Dice No (BDN).
“No vamos a participar en ese diálogo; este no es un problema solo de partidos, no es solo un conflicto entre políticos; hay una ciudadanía movilizada que clama por nuevas elecciones y eso no se puede obviar”, sostuvo Ortiz.
Finalmente, un gobernador, dos alcaldes de capitales y un senador electo, todos pertenecientes al partido del Presidente Morales, renunciaron a esos cargos y uno de ellos anunció que se sumará en La Paz a las protestas contra el mandatario boliviano.
El alcalde de Potosí, Williams Cervantes, hizo pública su decisión antes del mediodía y el gobernador del departamento homónimo, Juan Carlos Cejas, lo hizo un par de horas después.
Más tarde anunciaron decisiones similares Iván Arciénega, alcalde de Sucre, la capital del departamento Chuquisaca y capital judicial del país, y Orlando Careaga, senador electo por Potosí.
Fuente: Télam