El tirador andaba en una camioneta de color blanco, según testigos del caso, y la mayoría de los balazos dio en la puerta de ingreso. Adentro se encontraba la propietaria de la vivienda y el hijo, quien –según la policía– tendría problemas con gente de malvivir. A raíz de este dato, las autoridades investigan un presunto “ajuste de cuentas”.
El feroz episodio se dio el domingo a la noche pero trascendió en las últimas horas. Sucedió en un domicilio de la calle El Maitén en cuyo frente la policía secuestró al menos siete vainas servidas de un arma calibre 9 milímetros.
En la puerta de la casa, por ejemplo, se constataron varias perforaciones hechas por los tiros a modo de intimidación, se decía.