Ocurrió la noche de este martes en la calle Trevelin casi El Maitén, cuando el personal de la subcomisaría que llegó al lugar en vehículos particulares, porque la dependencia todavía no tiene móviles, pretendió averiguar qué había pasado con el vehículo en el que se había declarado un incendio que los vecinos del dueño estaban tratando de apagar.
Fue alrededor de las 22, el fuego se había iniciado en la parte delantera de un Ford Falcon que se encontraba estacionado en el patio de la vivienda de su propietario y terminó de ser apagado por una dotación de bomberos.
Según trascendió desde los mismos policías que intervinieron en el hecho, el dueño del coche no quiso que ellos realizaran actuación alguna y que estuvieran en el lugar: se mostró reticente al ser interrogado sobre el siniestro y luego desde las inmediaciones empezaron a arrojarles piedras, por lo que tuvieron que irse rápidamente.