El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica durante la Cumbre del G7 al declarar que la expulsión de Rusia del grupo en 2014 fue «un grave error». Según sostuvo, la presencia rusa podría haber evitado la guerra actual con Ucrania. Sin embargo, aclaró que no propone su reincorporación ahora.
Trump se refirió a la decisión que tomaron Barack Obama y Justin Trudeau en aquel momento, aunque erróneamente vinculó al entonces primer ministro canadiense, ya que Trudeau asumió en 2015, un año después de la salida de Rusia por la anexión de Crimea. El exmandatario republicano también sugirió que el grupo debería considerar el ingreso de China.
“Putin habla conmigo. No habla con nadie más. No quiere hablar porque se sintió muy insultado cuando fue expulsado del G8”, afirmó Trump, insinuando que su cercanía con el líder ruso podría haber evitado el conflicto bélico actual. “Si yo hubiera sido presidente en 2022, tampoco tendríamos guerra”, sentenció.
MIRÁ TAMBIÉN: China acusa a EE.UU. de injerencia y espionaje en América Latina
El exmandatario insistió en que su postura no implica aceptar a Rusia hoy en el grupo, sino que cuestiona la decisión tomada en su momento. “No digo que deba hacerlo ahora, eso es agua pasada”, dijo. El G7 está compuesto por democracias liberales, por lo que tanto Rusia como China no cumplen con los requisitos formales para ingresar.
Respecto a China, Trump expresó: “No me importaría si alguien quisiera que China ingresara”. Esta frase sorprendió a los asistentes, ya que históricamente ha mantenido un discurso crítico hacia Beijing. Justificó su opinión argumentando que es importante mantener canales de diálogo entre potencias globales.
Fuente: DW.