En una ofensiva sin precedentes, las fuerzas rusas lanzaron 188 drones kamikaze contra Ucrania este martes, según informó la Fuerza Aérea ucraniana. Durante el ataque, también se emplearon misiles balísticos Iskander-M, causando daños significativos en infraestructuras esenciales y edificios residenciales en varias regiones del país.
La defensa aérea ucraniana derribó 76 drones y neutralizó otros 95 mediante sistemas de guerra electrónica. Sin embargo, cinco drones desviaron su curso hacia Bielorrusia. La región occidental de Ternópil fue especialmente afectada, con cortes de electricidad en el 70% de su territorio, afectando a más de 220,000 habitantes.
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En Kiev, la alerta aérea se extendió por cinco horas, logrando interceptar diez drones que se dirigían hacia la capital. Las autoridades destacaron que, aunque los sistemas defensivos han mejorado, la magnitud de este ataque es un desafío significativo para el país.
Rusia, por su parte, afirmó haber derribado 39 drones ucranianos en su territorio, incluyendo la región fronteriza de Rostov y la península ocupada de Crimea. Según el Ministerio de Defensa ruso, la mayoría de los drones fueron interceptados en Rostov, una zona clave debido a su cercanía con Ucrania.
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Este ataque masivo refuerza la tensión en el conflicto, que continúa escalando con el uso intensivo de tecnologías no tripuladas. Las autoridades ucranianas aseguran que el impacto de estos ataques prolongará la recuperación de servicios esenciales en las zonas afectadas.
Fuente: DW.
Imagen: GLEB GARANICH/REUTERS.