Gracias al Telescopio Espacial James Webb, los astrónomos han obtenido una de las imágenes más detalladas de HH30, un sistema estelar joven que podría revelar secretos sobre el origen de los planetas.
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El Telescopio Espacial James Webb (JWST) sigue deslumbrando con sus observaciones detalladas del cosmos. En su última hazaña, los astrónomos han captado una imagen de HH30, un sistema estelar en formación ubicado a 450 años luz en la constelación de Tauro. Esta imagen, combinada con datos del Telescopio Espacial Hubble y el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), permite entender mejor cómo los discos de polvo y gas que rodean las estrellas recién nacidas evolucionan para formar planetas.
HH30, una protoestrella del tipo Herbig-Haro, se ha convertido en un objeto clave para el estudio de la astronomía. Los objetos Herbig-Haro son zonas brillantes donde los vientos estelares y chorros de gas de las estrellas recién nacidas chocan con el material circundante, formando ondas de choque que generan luz visible. Esta nueva observación de HH30 ha proporcionado detalles sobre los discos protoplanetarios, los lugares donde se forman los planetas.
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El JWST y ALMA permitieron observar la distribución del polvo en el disco de HH30, revelando diferencias en el tamaño y la ubicación de las partículas. Mientras ALMA rastrea los granos de polvo milimétrico en una región estrecha del disco, el JWST detectó partículas mucho más pequeñas, del tamaño de una bacteria, distribuidas en una zona más amplia. Este hallazgo confirma que los granos de polvo más grandes migran hacia el centro del disco, creando una capa de polvo densa y delgada, un paso crucial en la formación de planetas rocosos.
Además del polvo en el disco, los astrónomos identificaron un chorro de gas de alta velocidad emergiendo en un ángulo de 90 grados desde el centro del disco. Este chorro está rodeado por un chorro cónico más ancho y una nebulosa amplia que refleja la luz de la joven estrella, mostrando cómo los flujos de gas afectan la distribución del material en el disco protoplanetario.
El estudio de HH30 es esencial para comprender cómo nacen los sistemas planetarios, y los astrónomos creen que este proceso es similar al que ocurrió en nuestro propio Sistema Solar. Con cada nueva observación, el JWST está acercándose más a desentrañar los misterios sobre el origen de las estrellas, los planetas y la vida misma.
Fuente y foto: Infobae