El vicepresidente de EE.UU. se reunió con altos funcionarios del Vaticano en medio de críticas del papa Francisco a la política migratoria de Trump y a la interpretación teológica de Vance.
En un contexto de tensiones diplomáticas y religiosas, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, visitó la Ciudad del Vaticano para reunirse con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el ministro de Exteriores, el arzobispo Paul Gallagher. El encuentro se produjo pocos días después de que el papa Francisco lanzara una contundente crítica contra las políticas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump, en las que Vance ha tenido un rol protagónico.
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Durante su estadía en Roma por el fin de semana de Pascua, Vance asistió a la misa del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro y se esperaba un breve saludo con el pontífice, quien continúa recuperándose de una neumonía. Aunque el papa no participó de la misa, ha retomado algunas actividades y recientemente recibió al rey Carlos III y a reclusos de una prisión romana.
La postura del Vaticano se ha mantenido firme respecto a la dignidad de los migrantes, la necesidad de soluciones pacíficas para los conflictos en Ucrania y Gaza, y la preocupación por los recortes de ayuda internacional. Parolin advirtió sobre el “cambio de enfoque” del actual gobierno estadounidense y subrayó que cualquier acuerdo de paz debe construirse con diálogo, no imponerse.
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Uno de los focos de fricción ha sido la justificación teológica que Vance ha ofrecido para respaldar las deportaciones masivas, basada en el concepto del “ordo amoris”. Francisco, en una carta reciente a los obispos estadounidenses, rechazó esa interpretación, recordando que el amor cristiano debe construirse desde la apertura fraterna y no desde una jerarquía de prioridades nacionales.
Vance, convertido al catolicismo en 2019, forma parte del movimiento posliberal, una corriente conservadora que busca reconfigurar el poder desde una visión cristiana tradicional. A pesar de sus diferencias con el pontífice, el vicepresidente manifestó respeto por el papa y expresó oraciones públicas por su pronta recuperación. El breve pero simbólico paso de Vance por el Vaticano deja en evidencia un choque de visiones entre fe, política y humanidad.
Fuente: AP.