El Servicio Meteorológico Nacional anticipa una primavera inusual con temperaturas superiores a lo normal y precipitaciones por debajo del promedio en gran parte del país. Las condiciones podrían impactar significativamente la agricultura y la disponibilidad de agua.
La primavera meteorológica de 2024, que comenzó el 1 de septiembre, se perfila como una estación atípica para Argentina, con temperaturas más altas de lo habitual y una reducción en las lluvias. Este lunes, según el último informe trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se prevé que el centro y el norte del país experimenten un calor excepcionalmente elevado y condiciones secas.
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El informe detalla que, a pesar de la ausencia de fenómenos climáticos extremos como El Niño o La Niña, el clima para los meses de septiembre, octubre y noviembre estará marcado por un predominio de altas temperaturas y menos precipitaciones de lo habitual. Cindy Fernández, vocera del SMN, explicó que esta situación puede deberse a un aumento en las presiones altas en el norte, que favorecen días más despejados y vientos secos.
El pronóstico indica que las temperaturas en la Ciudad de Buenos Aires y en 17 provincias —incluyendo Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, San Juan, y Córdoba— estarán por encima de la media histórica. Las condiciones de calor extremo son particularmente probables en el Noroeste Argentino, una región ya conocida por sus elevadas temperaturas en primavera.
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Por otro lado, la Patagonia verá una mayor variabilidad en las temperaturas. Mientras que el oeste de la región podría experimentar calor o temperaturas normales, el este y sur se mantendrán dentro de los parámetros habituales. Sin embargo, la amplitud térmica en estas áreas podría aumentar, afectando tanto a personas como a ecosistemas locales.
En cuanto a las precipitaciones, el informe prevé que la mayor parte del país experimentará lluvias por debajo de los niveles normales, con el riesgo más alto en el norte del Litoral y el NOA. La escasez de lluvias podría agravar la situación de sequía en regiones ya afectadas, impactando negativamente en la agricultura y la disponibilidad de agua.
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El SMN advierte que, aunque estos pronósticos son útiles para la planificación, el clima podría presentar episodios extremos como olas de calor o de frío, difíciles de prever con precisión. La estación seca y calurosa que se anticipa podría ser un indicio de cambios climáticos más duraderos en el futuro.
Fuente: Infobae
Foto: Argentina.gob.ar