El mercado de soja brasileña sufrió una baja en sus primas para exportación este lunes tras el anuncio de que Estados Unidos y China suspenden por 90 días los aranceles recíprocos. La medida generó expectativas de un aumento en la compra de soja estadounidense por parte del gigante asiático, lo que repercutió directamente en los precios ofrecidos por la oleaginosa sudamericana.
En el puerto de Paranaguá, uno de los principales puntos de salida del grano, las primas cayeron un 10% respecto al viernes y se ubicaron en 0,5 dólares por bushel. A principios de abril, el valor había alcanzado 1,4 dólares en medio de la tensión comercial global, lo que muestra un giro abrupto en las condiciones del mercado.
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Rafael Silveira, analista de Safras & Mercado, explicó que la baja obedece a la posibilidad de que China vuelva a mirar hacia EE.UU. en busca de soja, especialmente ahora que ese país está sembrando su cosecha 2025/26. Mientras tanto, Brasil ya está vendiendo su producción récord de 170 millones de toneladas, lo que también aumenta la oferta global.
Desde el lado chino, el interés por diversificar proveedores sigue vigente. Según el corredor de cereales Adelson Gasparin, Pekín no puede depender exclusivamente de Sudamérica, por lo que mantener a EE.UU. como opción es una cuestión estratégica. Además, con la oferta mundial creciendo más rápido que la demanda, China gana margen para negociar mejores precios.
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Aunque la situación podría ser temporal, marca un punto de inflexión para los exportadores brasileños, que ven cómo la competencia internacional y la geopolítica influyen directamente en su rentabilidad. El desenlace dependerá de cómo evolucione la tregua comercial entre las dos potencias y de las condiciones de cosecha en el hemisferio norte.
Fuente: REUTERS.