Entre junio y diciembre, estas gigantes marinas, que pesan cerca de 40 toneladas y miden aproximadamente 15 metros de largo, ofrecen un show excepcional.
Vivir la experiencia de observar ballenas francas australes en su hábitat natural es algo único e inolvidable. En Chubut, entre junio y diciembre, estas gigantes marinas ofrecen un show excepcional.
La ballena franca austral pesa cerca de 40 toneladas y mide aproximadamente 15 metros de largo. Su lentitud y curiosidad permiten que nadan cerca de la costa, a veces pasando debajo de las embarcaciones y realizando saltos acrobáticos que impresionan a todos.
Península Valdés, en Chubut, es uno de los pocos lugares en el mundo donde estas ballenas llegan todos los años para aparearse, dar a luz y cuidar a sus crías. También es un punto de encuentro para los juveniles que socializan en estas aguas protegidas.
MIRÁ TAMBIÉN: Con réplicas gigantes y diversión familiar asegurada, “Viven Dinosaurios” llegó a Trelew
Desde Puerto Pirámides, la única localidad dentro de la península, seis empresas ofrecen excursiones de avistaje embarcado durante la temporada. Estos recorridos de dos horas son considerados los mejores del mundo y se desarrollan en un entorno natural impactante.
Para quienes prefieren la costa, en la reserva natural El Doradillo, a 15 kilómetros al norte de Puerto Madryn, es posible observar ballenas muy cerca de la playa de junio a octubre. Allí, madres y crías saltan, crean explosiones de espuma y asoman sus cuerpos en una “posición de espionaje” única.
Esta conexión cercana con las ballenas francas australes convierte a Península Valdés en un destino natural imperdible para turistas y amantes de la naturaleza.
Fuente: chubutpatagonia.gob.ar.