Moro, que en 2017 condenó a Lula en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión por recibir un apartamento en una playa de Sao Paulo a cambio de favores políticos a la constructora OAS, será escuchado la próxima semana, por la Comisión de Constitución y Justicia del Senado.
La audiencia fue anunciada este martes por el presidente del Senado, Davi Alcolumbre, quien dijo que Moro se puso a disposición de los parlamentarios por medio de un oficio, tras la filtración de las conversaciones privadas, informó EFE.
Según The Intercepted Brasil, el medio que sacó a la luz pública las conversaciones, cuando Moro era juez, sugirió a fiscales de la Lava Jato cambiar el orden de las fases de la operación, lo que está prohibido por ley.
La revelación de los mensajes, transmitidos por Telegram, fueron capturados por un «hacker» anónimo que intervino los teléfonos de Moro y algunos fiscales y se los pasó al medio periodístico.
Esa información causó un gran revuelo en Brasil y movió a la defensa de Lula a reiterar que el ex mandatario ha sido víctima de una «persecución política» y que el juicio en su contra estaba «viciado» y debía ser declarado nulo.
La designación de Moro como ministro de Jair Bolsonaro, principal beneficiario de que Lula no pudiera competir en las elecciones cuando era el candidato que más media en las encuestas, despertó suspicacias.
El ministro restó importancia al contenido de los mensajes y ha señalado que en los mismos «no se vislumbra cualquier anormalidad o dirección de actuación» cuando era magistrado.
Además, insistió en que las conversaciones publicadas fueron sacadas de contexto y en que la gravedad del asunto está en la intervención ilegal de los teléfonos de las autoridades.