Lógicamente que el abogado de Laura Vargas (40), que es un defensor Oficial, no piensa lo mismo; considera que si la hallaran culpable debería ser de “un homicidio simple”, porque piensa que su clienta no sabía que la chica estaba viva cuando decidieron prender fuego su cuerpo en ese basural del parque industrial, en donde pocas horas después fue encontrado –todavía humeante– por un chatarrero.
Fue la tarde del 3 de setiembre de 2018 cuando hallaron los restos incinerados de Rosa Acuña, una jovencita de 24 años que había desaparecido unos días antes después de irse espontáneamente de su casa. Según su madre, quisieron abusar de ella y se resistió: por eso la terminaron matando.
Según se dice en la investigación del crimen, Rosa participó –sin quererlo—de una reunión que se hizo en el domicilio de la principal imputada que tiene el caso; en ese encuentro del que habrían tomado parte varias personas hubo excesos, consumo de alcohol, de drogas y la chica como se habría negado a mantener relaciones sexuales con alguien que estaba entre los invitados recibió una feroz golpiza que la dueña de casa le habría propinado, según la acusación.
Luego, creyéndola muerta, trasladarían su cuerpo en un auto hacia el lugar en donde decidieron quemarlo. De esa maniobra habrían participado otras dos mujeres jóvenes y el dueño del coche, quienes están actualmente imputados y al igual que Laura Vargas serán llevados a juicio.
Por estas horas, la fiscalía buscaría incluir en el expediente unas escuchas telefónicas y la jueza Ivana González dijo que se tomaría más tiempo del que pensaba para analizar esa prueba.