Las autoridades colombianas detuvieron a ocho personas por comercializar carne en malas condiciones en colegios y cárceles.
Las autoridades de Colombia lograron desarticular una red criminal que operaba un matadero clandestino en el centro del país, donde sacrificaban vacas, caballos y asnos para vender su carne a colegios, cárceles y otras instituciones públicas. La carne era distribuida sin cadena de frío y en condiciones de higiene deficientes.
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La Policía Nacional detuvo a ocho personas, quienes fueron acusadas de varios delitos, entre ellos, concierto para delinquir, maltrato animal, contaminación y corrupción ambiental de alimentos. Los implicados fueron llevados ante un juez, quien ordenó prisión preventiva para tres de ellos y detención domiciliaria para el resto.
La red operaba principalmente en los departamentos de Boyacá y Cundinamarca, y su actividad ilícita afectaba directamente a instituciones como el Plan de Alimentación Escolar (PAE) y centros carcelarios. La carne era transportada desde una zona rural en Chiquinquirá (Boyacá) hacia bodegas en Bogotá y Cota, donde, a través de intermediarios, se distribuía a mercados y proveedores.
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Los animales sacrificados en el matadero clandestino no estaban en condiciones adecuadas de salud, lo que ponía en grave riesgo la seguridad alimentaria. Además, las instalaciones no contaban con los permisos sanitarios requeridos y operaban en un entorno de insalubridad.
La Fiscalía detalló que entre los principales responsables de esta operación se encuentran Cristian Mauricio Martínez Gaviria, Óscar Armando Valbuena Sánchez y Saúl Humberto Pinilla García, quienes eran los administradores de las bodegas clandestinas. Las investigaciones continúan para esclarecer la totalidad de los implicados en esta red de tráfico de carne ilegal.
Fuente: EFE
Imagen ilustrativa: Teleamazonas