Un equipo internacional de investigadores descubrió en Marruecos evidencia del uso medicinal de plantas hace unos 15,000 años. En el sitio arqueológico de la cueva de las Palomas, en Taforalt, se hallaron frutos de la planta efedra en una zona destinada a inhumaciones, lo que indica su uso en prácticas funerarias y para aliviar dolencias.
El hallazgo, liderado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Arqueología y del Patrimonio (INSAP) y publicado en Nature, es el primero de su tipo para el periodo Paleolítico. La efedra, una planta rica en alcaloides como efedrina y pseudoefedrina, era posiblemente empleada para detener hemorragias y calmar dolores, funciones medicinales reconocidas en épocas posteriores.
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Los macrofósiles de la efedra, excepcionalmente bien conservados, fueron encontrados junto con otros restos especiales en depósitos funerarios. Este hallazgo se suma a la evidencia de un conocimiento medicinal avanzado entre los grupos humanos de Taforalt, previo a la aparición de la agricultura en el Neolítico.
Además, estudios anteriores en la cueva ya habían revelado la práctica de una antigua trepanación en un cráneo, lo cual reafirma el avance médico en estas poblaciones. Participaron en la investigación el INSAP, la Universidad de Las Palmas, Oxford, Mohammed I y el Museo de Historia Natural de Londres.
Fuente: DW.
Foto: AP.