La contracción alcanzó el 30% en supermercados y comercios minoristas durante el primer trimestre, impulsada por medidas de ajuste fiscal y la eliminación de subsidios. Hacia fin de año, comenzaron signos de recuperación gracias a la desaceleración de la inflación.
Argentina enfrentó en 2024 una significativa caída en el consumo, particularmente en alimentos y bienes de primera necesidad, como consecuencia de las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei en su primer año de mandato. Estas medidas, destinadas a estabilizar la macroeconomía y alcanzar el equilibrio fiscal, incluyeron recortes en subsidios y la eliminación de controles de precios.
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El primer trimestre del año fue especialmente crítico. Según datos oficiales, las ventas en supermercados y comercios minoristas cayeron un 30%. Este descenso estuvo acompañado de una inflación elevada, con tasas mensuales de 20,6% en enero, 13,2% en febrero y 11% en marzo. A medida que la inflación comenzó a desacelerarse en el segundo trimestre, el impacto en el consumo mostró ligeros indicios de recuperación.
Entre las medidas más influyentes estuvo el recorte de subsidios al transporte y la energía, que afectó directamente la capacidad adquisitiva de los hogares. Asimismo, el gobierno eliminó controles de precios sobre productos básicos y flexibilizó las restricciones para importar bienes de consumo, lo que alteró los precios internos y la demanda.
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No obstante, a partir de abril, la inflación mostró una tendencia a la baja, logrando estabilizarse en un dígito por mes en el segundo semestre. En octubre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un incremento del 2,7%, marcando el nivel más bajo del año. Este contexto permitió una lenta pero constante recuperación en algunos sectores del consumo, aunque aún lejos de los niveles previos a la crisis.
La contracción del consumo en 2024 refleja el impacto directo de las decisiones de ajuste fiscal sobre los hogares argentinos. Si bien las políticas implementadas apuntan a lograr una estabilización a largo plazo, su efecto inmediato dejó secuelas significativas en el poder adquisitivo de la población y en la actividad comercial del país.
Fuente: ámbito financiero
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