El presidente Yoon Suk Yeol enfrenta una grave crisis política tras el rechazo de su propio partido, el Partido del Poder Popular (PPP), que pidió su «rápida suspensión» debido a su intento de imponer una ley marcial. Este acto, calificado como un «gran peligro» para Corea del Sur, ha generado una ola de indignación nacional y protestas masivas.
Han Dong-hoon, líder del PPP, afirmó que las acciones del presidente representan una amenaza significativa para el país. Señaló que Yoon no ha reconocido la ilegalidad de la medida ni ha tomado acciones contra los oficiales que participaron en la implementación de la ley marcial. Esto provocó un giro en la postura del partido oficialista.
MIRÁ TAMBIÉN: La OTAN refuerza su presencia en el Báltico y el Mediterráneo
La noche del martes, Yoon desplegó tropas y helicópteros alrededor del Parlamento, generando tensiones extremas. Aunque retiró las fuerzas horas después, su decisión inicial dejó a la oposición y a la ciudadanía en estado de alarma. Miles de personas realizaron vigilias frente a la Asamblea Nacional exigiendo su dimisión.
La oposición presentó una moción de destitución, que será votada el sábado a las 19:00 horas locales. Con mayoría en el Parlamento, la oposición necesita el apoyo de algunos diputados oficialistas para alcanzar los dos tercios necesarios para aprobar la moción.
MIRÁ TAMBIÉN: Al menos 13 niños murieron por un brote de Klebsiella oxytoca en México
Si la Asamblea aprueba la medida, Yoon quedará suspendido hasta que la Corte Constitucional emita un veredicto. En caso de ratificarse, Corea del Sur convocará nuevas elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
Fuente: DW.
Imagen: Chris Jung/NurPhoto/picture alliance.