Trabajadores del sector pesquero denuncian un lock-out patronal que paraliza la flota desde septiembre. Aseguran que las empresas buscan imponer una baja del 30% en los salarios.
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Puerto Madryn volvió a ser escenario de protesta este martes al anochecer, cuando marineros de la ciudad realizaron una marcha de antorchas para visibilizar la situación crítica que atraviesa el sector pesquero, paralizado desde septiembre del año pasado. Según denunciaron, no se trata de una crisis coyuntural, sino de una maniobra empresarial para forzar una reducción salarial del 30%.
En diálogo con Radio 3, el marinero Juan Rodríguez expuso que el conflicto no tiene visos de solución inmediata y que los trabajadores están enfrentando una situación desesperante. “Para nosotros esto no es una crisis, es un lock-out patronal. Las empresas decidieron frenar toda la actividad para presionarnos y bajarnos el salario”, explicó. La paralización afecta a la flota desde el 15 de septiembre de 2024, cuando finalizó la temporada de langostino, y ha dejado a cientos de marineros sin ingresos estables desde entonces.
Rodríguez remarcó que, a diferencia de los trabajadores efectivos que tienen cierta continuidad, los relevos —una gran parte de la tripulación— no cuentan con salario fijo y solo trabajan una parte de la temporada. “Nosotros no cobramos nada cuando no navegamos. Nos rebuscamos como podemos, con changas o lo poco que ahorramos, pero ya no alcanza”, lamentó. La inflación, que ronda el 40% interanual, agrava aún más la situación.
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El conflicto lleva varios meses sin avances concretos. Aunque el gobierno nacional y el provincial ofrecieron beneficios fiscales a las empresas, y el gremio propuso eximirlas de algunas cuotas sindicales, las cámaras empresariales insisten en una baja salarial que los trabajadores consideran inadmisible para los trabajadores Además, los empresarios buscan modificar el convenio colectivo, incluso absorbiendo los ítems fijos por día navegado dentro del esquema de producción.
“La intención es avanzar sobre derechos adquiridos. Dicen que ganamos mucho, pero no es cierto. Con lo que trabajamos cuatro o cinco meses, tenemos que vivir el resto del año”, advirtió Rodríguez. Muchos hogares marineros hoy deben elegir entre pagar servicios o comprar alimentos, y hay familias en situación de emergencia económica.
“Venimos hace más de un mes esperando que se destrabe esto, pero las empresas están empecinadas en recortarnos el 30%”, concluyó el trabajador.