La Amazonia brasileña registró 1.034,4 kilómetros cuadrados en alerta de deforestación en junio, un récord para ese mes desde 2015, según un informe difundido por el Instituto Nacional para las Investigaciones Espaciales (INPE).
Los datos trascendieron gracias al reporte del sistema de relevamiento de deforestación en tiempo real (DETER), del INPE, organismo vinculado al Ministerio de Ambiente brasileño, encargado de monitorear la selva tropical.
Durante el primer semestre del año, se advirtió una devastación de 3.069,57 kilómetros cuadrados, un aumento del 25% respecto a la primera mitad de 2019, observaron hoy medios locales y según fue reportado por la agencia de noticias ANSA.
Las cifras no representan la tasa oficial de deforestación, medida a través de otro sistema, que se publica una vez al año.
Según indicó ANSA, Brasil es presionado por inversores extranjeros para reducir la deforestación en la Amazonia. Para intentar de tranquilizarlos, el jueves el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, declaró que el país sudamericano está intentando reducir el fenómeno, a pesar de que los datos difundidos hoy muestran lo contrario.
«No es cierto que estemos destruyendo la selva para producir alimentos», aseguró el vicepresidente, aunque no explicó el motivo por el cual el fenómeno sigue aumentando. Los focos de incendios también crecieron y en junio se registraron 2.248 focos, un incremento del 19,5% frente al año pasado, los peores datos registrados en este mes desde 2007, cuando hubo 3.519.
Días atrás, el Ministerio Público Federal pidió la remoción del ministro de Ambiente, Ricardo Salles, por el delito de «improbabilidad administrativa».