La científica chilena Dafne Crutchik, junto a su equipo de investigación, lidera un innovador proyecto que busca aprovechar la orina humana como una fuente alternativa de fósforo para la producción de fertilizantes.
En un proceso que combina la orina con agua de mar, se logra extraer este mineral esencial para el crecimiento de las plantas, ofreciendo una solución sostenible y económicamente viable.
El fósforo, crucial para la agricultura, tradicionalmente se obtiene de depósitos minerales en un proceso costoso y no renovable. Sin embargo, el método propuesto por Crutchik ofrece una alternativa prometedora al utilizar recursos fácilmente disponibles y reducir la dependencia de materias primas limitadas.
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El proceso de creación de fertilizantes a partir de la orina implica una serie de pasos, desde la recolección del líquido hasta su procesamiento. Después de mezclar la orina con agua de mar, se produce una «precipitación del fósforo», que da como resultado cristales de este mineral, listos para ser utilizados como fertilizante en la agricultura.
Aunque el proyecto enfrenta algunos desafíos, como la disponibilidad de voluntarios dispuestos a donar orina, los beneficios potenciales son significativos. Esta iniciativa no solo ofrece una solución para la escasez de fósforo, sino que también contribuye a la reducción de desechos y al desarrollo de prácticas agrícolas más sostenibles.
FUENTE: DW.