La Agencia Espacial Europea (ESA) está a punto de hacer historia con una misión que busca simular un eclipse solar en el espacio, utilizando dos satélites que ejecutarán una coreografía sincronizada a 60.000 kilómetros de distancia de la Tierra.
Esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto de 200 millones de euros liderado por España y Bélgica, reúne a cuarenta empresas europeas y canadienses en un esfuerzo conjunto por avanzar en la tecnología de vuelo en formación de precisión en órbita.
El proyecto, denominado Proba-3, despegará en septiembre desde la India y tiene como objetivo no solo demostrar la capacidad de volar satélites de manera coordinada como si fueran una única nave, sino también profundizar en el estudio de la corona solar, una de las capas más externas y menos densas del Sol.
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«Es una misión compleja y necesitamos suerte. Aún tenemos mucho trabajo que hacer, pero tenemos confianza», explica Diego Rodríguez, director de espacio y ciencia de la empresa Sener, que lidera el consorcio detrás de este ambicioso proyecto.
Los satélites, denominados Coronagraph y Occulter, volarán a una distancia de 144 metros entre sí, adaptando sus movimientos a una velocidad impresionante, con un margen de error de apenas un milímetro.
Además del avance tecnológico, esta misión permitirá a la comunidad científica obtener imágenes de alta calidad de la corona solar, contribuyendo a la comprensión de fenómenos como el viento solar y las tormentas geomagnéticas, que tienen impacto directo en la Tierra.
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«Este es solo un paso hacia la posibilidad de construir telescopios espaciales gigantes compuestos por pequeños satélites volando en formación, o incluso para desarrollar satélites recargables en órbita», indica Yann Scoarnec, ingeniero de Sener.
FUENTE: El Mundo.