Tras dos semanas de protestas en varias regiones, los grupos afines al expresidente decidieron dar una “pausa humanitaria” en los cortes de rutas, pero mantienen vivas otras medidas de presión.
Los sectores que responden al expresidente de Bolivia Evo Morales resolvieron dar una tregua en los bloqueos de caminos que paralizaron varias regiones en las últimas dos semanas. La decisión fue anunciada el domingo 15 de junio como una “pausa humanitaria” en medio de una escalada de violencia y fallecimientos en el país.
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Según el comunicado de los manifestantes, el paso atrás tiene como objetivo dar lugar a “una investigación independiente, exhaustiva y transparente de todos los hechos provocados por la intervención policial y militar” bajo el mando del presidente Luis Arce.
Aun así, aclararon que permanecerán en estado de alerta y llevarán a cabo “otras medidas de presión” hasta tanto el actual gobierno “renuncie” y habilite a Morales como candidato en las elecciones presidenciales de agosto de 2025.
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Durante las protestas fallecieron cuatro agentes policiales y dos civiles, en hechos que el expresidente calificó como “un montaje” destinado a debilitarlos. Además, el exmandatario afirmó en la radio Kawsachun Coca que en Llallagua, Potosí, habría más muertos de los que muestran las autoridades, pero sin dar pruebas ni más información al respecto.
La situación deja así en evidencia el debilitado control de Luis Arce en varias regiones de Bolivia, en medio de una profunda división en el MAS y de un clima de violencia e inestabilidad. Por el momento, el futuro de Morales como candidato continúa en duda, luego de que el Tribunal Constitucional determinara que no puede volver a postularse.
Fuente: DW.
Foto: Juan Karita/AP/dpa/picture alliance.