El Gobierno de la recientemente asumida presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció este lunes que el país se declara “libre de minería a cielo abierto” en todo su territorio atento a “los principios de justicia climática, respeto y protección de los recursos naturales”.
Mediante un comunicado de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas se comunicó que “se cancela la aprobación de permisos de explotación extractivista” y se reconoce que la megaminería es “lesiva en contra del Estado de Honduras, atentan contra los recursos naturales, la salud pública y limitan el acceso al agua como Derecho Humano”.

Además, se anunció que se procederá a la “revisión, suspensión, y cancelación de licencias ambientales, permisos y concesiones” otorgadas, de acuerdo a las disposiciones de moratoria minera.
Asimismo, se comunicó que las áreas naturales de “alto valor ecológico” serán intervenidas de “forma inmediata”, para asegurar “su conservación y beneficios comunes para el pueblo”.

En el país centroamericano desde hace años se observan conflictos por el rechazo de las comunidades a diferentes proyectos extractivistas y las concesiones del Estado. Ejemplo de ello son las comunidades de Nueva Esperanza, Tocoa, El Triunfo, Valle de Siria, La Unión o Santa Bárbara.
Uno de los casos más resonantes ha sido la resistencia de Tocoa, en el departamento de Colón; a una mina junto al Río Guanipol, caso por el cual se detuvo a 8 personas en 2019 e incluso se condenó a 6 de ellas en este 2022. Este caso generó repudio internacional de diferentes sectores.

Finalmente, vale señalar que Honduras es uno de los países de mayor letalidad de Centroamérica para los movimientos ambientalistas, pobladores rurales y organizaciones. Allí no solo se los asesina sino que sufren atentados, son perseguidos, desalojados y encarcelados.


Fuente: DW / El País / Gobierno de Honduras / conflictosmineros.net