El próximo jueves, Argentina alcanzará un hito en su infraestructura energética con la inauguración del proyecto de reversión del Gasoducto Norte. Esta obra, que demandó una inversión de 740 millones de dólares, permitirá transportar hasta 19 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas desde la formación de Vaca Muerta hacia el norte del país, eliminando la dependencia de las importaciones de gas boliviano que fueron fundamentales para el abastecimiento energético durante décadas.
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El impacto económico de este proyecto es significativo. Según estimaciones del sector, Argentina podría ahorrar entre 1.500 y 1.960 millones de dólares anuales gracias a la reducción de importaciones de gas y combustibles líquidos, como el gasoil. Hasta ahora, el país pagaba alrededor de 11,8 dólares por millón de BTU de gas importado, mientras que el gas producido localmente en Vaca Muerta tiene un costo mucho menor, que puede llegar a los 2 dólares en meses de baja demanda.
El gasoducto cubrirá completamente la demanda de las provincias del norte durante los meses de invierno, asegurando el suministro de gas a hogares, estaciones de GNC e industrias en Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Esto no solo contribuirá a la estabilidad energética del país, sino que también impulsará el desarrollo económico en estas regiones, que hasta ahora dependían de fuentes de energía más caras y menos accesibles.
La finalización de esta obra marca el fin de la histórica dependencia del gas boliviano. Desde la década de 1970, Argentina importó gas de Bolivia, pero el declive de las reservas bolivianas y el crecimiento de la producción en Vaca Muerta permitieron que el país deje de importar gas en septiembre de 2024, antes del plazo originalmente acordado para 2026.
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El proyecto fue llevado a cabo por la Unión Transitoria de Empresas (UTE), conformada por Techint y Sacde, bajo la supervisión de Energía Argentina S.A. (Enarsa). La obra, que incluyó la construcción de nuevos tramos de gasoducto y la modificación de plantas compresoras en varias provincias, se completó en tiempo récord y con un equipo de más de 1.400 personas trabajando en su fase más intensa.
Fuente: Noticias Argentinas.
Foto: Ámbito Financiero.