El caso se dio en las instalaciones de la firma transportista de pasajeros “El 22” de Trelew y uno de sus protagonistas; el empleado que conducía la unidad aseguró estar conmocionado por lo ocurrido. “Estoy a la miseria. No tengo ganas de nada”, confesó al hablar informalmente con Radio 3 AM 780.
Cuando se le consultó por lo sucedido dijo que no haría declaraciones en ese sentido, que primero se pondría en contacto con la familia de la víctima: “por una cuestión de respeto”, afirmó.
El hombre esquien está a cargo del lavado de los colectivos y del aprovisionamiento de combustible, según la policía, y la noche del lunes en el playón donde se guardan los micros embistió al vigilador maniobrando con una de las unidades.
La victima al caer pesadamente al suelo se golpeó la cabeza, sufriendo un severo traumatismo de cráneo por el que hoy se encontraba en grave estado, en la terapia intensiva del hospital local.
El desgraciado suceso se produjo en las instalaciones de la firma transportista, ubicadas entre las calles México y 25 de mayo y al sereno, identificado por la policía como Raúl Mejuto de 48 años, tuvieron que trasladarlo de urgencia en una ambulancia al hospital mientras se encontraba presuntamente semi –inconsciente y emanaba sangre por los oídos.
El jefe de esa dependencia que intervino en el lugar, aclaró que “el micro no lo pisó, sino que lo impactó” y que “cayó golpeándose la cabeza contra el suelo”, indicó el comisario Eduardo Calfuquir.
En qué circunstancia ocurrió el accidente, se le consultó entonces. “Fue en el interior del playón, estaban guardando los colectivos y (aparentemente) no lo vio. Se cruzó por adelante y lo impactó”, acotó.
Según confió Calfuquir, la víctima, hasta las últimas horas, se encontraba “en terapia intensiva y con pronóstico reservado”.
El conductor del micro en tanto, dijo que no hablaría del caso por el momento, cuando se le preguntó por lo sucedido. Afirmó que primero quería contactarse con la familia del sereno; “por una cuestión de respeto”.
Más adelante –en una charla informal—al consultársele cómo se encontraba, no dudó en referir: “Estoy a la miseria”, y agregó: “Uno no sale a trabajar para lastimar a alguien y mucho menos a un compañero de trabajo. Y si a eso le sumamos que además es una persona con la que tengo un dialogo fluido, o una media amistad, diría yo”. “No es fácil, y hoy no estoy en condiciones de nada. De nada”, acotó.
Al hombre le hicieron la prueba de alcoholemia entre las primeras diligencias que realizó el personal de la comisaría Tercera en el lugar del hecho y el resultado fue “0”. Para algunos médicos, consultados sobre el estado del sereno, “hay que esperar”.