Hasta noviembre, la actividad industrial acumuló una merma de 0,8% y la construcción del 2,2%, con adversas expectativas sobre lo que podría suceder en cada sector, por lo menos hasta febrero.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el nivel de actividad de las pequeñas y medianas industrias registró en diciembre una importante caída de 26,9% respecto a igual mes del año anterior y cerró de esta forma el 2023 con una baja acumulada de 2,6%.
Una mirada más amplia brindó el Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres (OJF) para el que la producción industrial se retrajo en diciembre un 6,4% respecto del mismo mes de 2022 y un 1,7% en el acumulado de todo 2023.
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«La actividad industrial terminó el año con una nota negativa, acelerando su proceso contractivo. Al mirar el recorrido de la serie sin estacionalidad vemos que luego de un salto al comienzo del año, la tendencia general en la industria fue de caída”, señaló la entidad dirigida por Fausto Spotorno.
«La perspectiva para 2024 no es buena: el consumo interno permanecerá por lo menos por varios meses en niveles bajos, afectando la demanda agregada, y quedan aún dudas sobre la evolución que tendrán varios sectores industriales en el modelo económico y productivo que impulsa el actual gobierno», estimó la consultora.
Fuente: Télam
