Diseñado por el Instituto Italiano de Tecnología, este autómata único es el primero de su tipo en despegar del suelo. Aunque su rostro genera reacciones dispares, su misión es clave: intervenir en tareas de rescate.
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Una extraña mezcla de ternura, inquietud y asombro generó iRonCub MK3, el primer robot humanoide volador del mundo, desarrollado por el Instituto Italiano de Tecnología (IIT). Con apenas 90 centímetros de alto, 70 kilos de peso y una carita que remite a la de un bebé, este robot es un hito en la ingeniería moderna: puede despegar, volar y recorrer terrenos complejos, pensado para misiones de rescate en zonas de difícil acceso.
A diferencia de los modelos que incorporan inteligencia artificial para moverse con autonomía, iRonCub es teleoperado por humanos, lo que permite controlar sus acciones en tiempo real y adaptarlas a situaciones específicas. Su diseño está optimizado para responder ante catástrofes naturales, como terremotos, incendios o inundaciones, donde una intervención rápida puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
El secreto detrás de su capacidad de vuelo está en su mochila propulsora, una tecnología inspirada en los cohetes espaciales. Esto le permite realizar desplazamientos aéreos breves y precisos, una habilidad que ningún otro robot humanoide ha alcanzado hasta ahora. Además, posee extremidades funcionales: camina, manipula objetos delicados y abre puertas con sus manos robóticas.
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El proyecto lleva más de dos años de desarrollo y ha sido sometido a exigentes pruebas, incluyendo vuelos en túneles de viento, algo nunca antes hecho con autómatas humanoides. Según Daniele Pucci, uno de los científicos del IIT, “este trabajo es radicalmente diferente de la robótica tradicional y supuso un salto sustancial” para su equipo.
Mientras tanto, iRonCub se volvió viral en redes sociales. Su aspecto, con una cara que combina lo infantil con lo inquietante, desató miles de reacciones: algunos lo llaman “adorable”, otros lo comparan con un “monstruo bebé”. Sin embargo, más allá de su apariencia, los expertos insisten en que su valor está en las funciones que podría cumplir en situaciones donde la presencia humana sería riesgosa o inviable.
El robot volador del IIT representa una nueva era para la robótica de asistencia, con un enfoque concreto: llegar adonde nadie más puede, y hacerlo de forma segura y eficaz.
Fuente: TN
Foto: IIT