Comandos israelíes desembarcaron en el norte del Líbano y secuestraron a un presunto alto miembro de Hezbolá, generando tensión en la región.
En una operación inusual y de alto riesgo, fuerzas israelíes llevaron a cabo un desembarco en las costas de Batroun, en el norte del Líbano, donde capturaron a un hombre identificado como Imad Amhaz, supuesto líder naval de Hezbolá, y escaparon en lanchas rápidas hacia Israel. El ejército israelí confirmó la operación, describiéndola como una medida para salvaguardar la seguridad del país y sus ciudadanos.
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Este sábado, Israel afirmó que Amhaz es un alto dirigente de las operaciones navales de Hezbolá, lo que justificó el operativo. Sin embargo, las autoridades libanesas, incluido el ministro de Transporte, Ali Hamieh, sostienen que Amhaz es un capitán de barco civil, y denunciaron la incursión como una violación de su soberanía. En respuesta, el primer ministro en funciones de Líbano, Najib Mikati, anunció que presentarán una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
La incursión israelí es la primera de su tipo en el norte de Líbano, una región normalmente no asociada con operaciones de Hezbolá y que está ubicada a unos 160 kilómetros de la frontera entre ambos países. Esto ha generado inquietud entre los ciudadanos y funcionarios libaneses, quienes temen que el conflicto entre Israel y Hezbolá pueda escalar y extenderse a otras zonas del país.
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La resolución 1701 de la ONU, que supervisa el cese de hostilidades desde el conflicto de 2006, se ha visto cuestionada tras este incidente. Hamieh expresó su preocupación de que la incursión represente una violación directa de dicha resolución, y exigió que las fuerzas de paz de la ONU en la región realicen una investigación profunda de los hechos.
Fuente: The Guardian
Foto: EL TIEMPO