La reciente renuncia de Pablo Moyano a la Confederación General del Trabajo (CGT) ha generado un intenso debate en el sindicalismo argentino. Sin embargo, desde la cúpula de la central obrera intentan minimizar el impacto de su salida y aseguran que no hay riesgo de ruptura.
Las diferencias internas entre Moyano y los otros dos miembros del triunvirato, Héctor Daer y Carlos Acuña, habían sido evidentes en los últimos tiempos, especialmente en la negativa a convocar a un paro general, lo que finalmente precipitó la decisión de Moyano de dar un paso al costado.
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A pesar de la salida de uno de los principales referentes, la CGT insiste en que el gremio de Camioneros, del cual Moyano es líder, sigue dentro de la central. “El que dejó la CGT fue Pablo y no el gremio de Camioneros”, afirmó un dirigente cercano a la cúpula de la central. En este sentido, destacaron que este tipo de situaciones ya se han vivido en la historia del movimiento sindical y que no debe interpretarse como una fractura.
El próximo paso para la CGT es la designación de un nuevo representante en el triunvirato, una decisión que, según fuentes cercanas, será tomada por el sindicato de Camioneros. Se espera que esta elección se concrete en los próximos días, con la previsión de que el martes se anuncie al sucesor de Moyano.
En cuanto a la postura política detrás de la renuncia, se especula con que Moyano hijo podría estar buscando un camino más cercano a los sectores kirchneristas, como sugieren algunos sindicalistas. A esto se suma su reciente acuerdo con el secretario de ATE, Rodolfo Aguiar, para convocar a un nuevo paro contra el gobierno de Javier Milei, lo que marca una diferencia clara con la línea conciliadora adoptada por la CGT respecto a las políticas del Ejecutivo.
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Por su parte, la ala dialoguista de la CGT, encabezada por Héctor Daer y Carlos Acuña, defendió su postura de evitar un nuevo paro general, argumentando que el clima social y político no favorece la adopción de esta medida. Andrés Rodríguez, líder de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), insistió en que el consenso en la central es que no hay ánimo social para un paro en este momento.
A pesar de la salida de Moyano, la CGT mantiene su unidad y asegura que, más allá de las diferencias internas, su estructura sigue sólida. “No hay crisis en la CGT, la crisis está en Camioneros”, afirmaron desde la central, minimizando la situación como un desacuerdo dentro de uno de los sindicatos más poderosos del país.
Fuente: TN.