Un caso de muerte por negligencia en Disney Springs desató un intenso debate en Estados Unidos sobre las implicancias de la letra chica en contratos digitales.
La familia de Kanokporn Tangsuan, una médica neoyorquina que falleció en octubre pasado por una reacción alérgica después de comer en un restaurante en Disney Springs, presentó una demanda contra Walt Disney Parks and Resorts. Sin embargo, Disney está buscando desestimar la demanda, argumentando que el esposo de la fallecida aceptó, al suscribirse a Disney+, resolver cualquier disputa a través de arbitraje y no en los tribunales.
El trágico incidente
Kanokporn Tangsuan, de 42 años, sufrió una anafilaxia fatal después de consumir alimentos en Raglan Road, un pub irlandés en el complejo de Disney Springs. Según la demanda, Tangsuan advirtió repetidamente al camarero sobre su alergia a los frutos secos y productos lácteos, y se le aseguró que la comida era segura. Sin embargo, murió poco después, con una autopsia que confirmó la presencia de alérgenos en su sistema.
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El argumento legal de Disney
Disney sostiene que la demanda debe ser desestimada debido a un acuerdo de arbitraje aceptado por el esposo de Tangsuan al suscribirse en 2019 a Disney+. Este acuerdo, en la letra chica del contrato, indica que cualquier disputa debe resolverse mediante arbitraje, evitando así los tribunales. Este tipo de cláusulas ha sido criticado por defensores del consumidor, quienes argumentan que es injusto y desproporcionado en favor de las empresas.
Reacciones y debate
El caso generó preocupación entre los consumidores y expertos legales sobre la equidad de tales acuerdos. John Davisson, director de litigios del Centro de Información sobre Privacidad Electrónica, señaló que estos contratos dejan a los consumidores sin una verdadera capacidad de negociación. Además, resaltó que es improbable que los usuarios comprendan completamente las implicancias legales de aceptar estos términos al suscribirse a un servicio en línea.
Este caso podría tener un impacto significativo en cómo se manejan los acuerdos de arbitraje en los contratos de servicios digitales. El debate continúa sobre si los consumidores están realmente protegidos bajo estos términos y cómo las empresas deben ser responsables de las implicancias de sus servicios, independientemente de acuerdos previos.
Fuente: La Nación.