La soda, una bebida icónica en la cultura argentina, ha conquistado los paladares de los argentinos y argentinas a lo largo de los años.
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Surgida con la instalación de la primera fábrica de soda en Argentina hace más de un siglo y medio, la popularidad de esta bebida ha ido en aumento. Con un consumo anual promedio de 2.361 millones de litros, la soda se ha convertido en un acompañante indispensable en diversas situaciones: desde compartir un asado hasta cortar el sabor fuerte del café o ser la base de muchos tragos alcohólicos.
La historia de la primera fábrica de soda en Argentina se remonta a 1847, cuando se estableció una pequeña fábrica en la calle Alsina, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, fue en 1860 cuando la primera fábrica de soda de tamaño industrial vio la luz, fundada por Domingo Marticorena. A lo largo de los años, la fábrica cambió de ubicación en varias ocasiones, siendo emblemáticas las sedes en las calles Venezuela y Defensa, Av. Independencia, y finalmente en Av. San Juan.
Con el nombre de La Argentina S.A., la fábrica producía la famosa Soda Belgrano y se expandió a otras sedes, como la ubicada en el barrio de Villa Luro. Además de la producción de soda, los hermanos Inchauspe, propietarios de la fábrica, también incursionaron en la fabricación de licores y otras bebidas alcohólicas.
Fuente y foto: Billiken
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