Miles de uruguayos dieron el último adiós al expresidente, mientras líderes regionales como Lula da Silva y Gabriel Boric lo homenajearon en el Palacio Legislativo. Mujica será cremado y sus cenizas esparcidas en su finca.
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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su par chileno, Gabriel Boric, viajaron este jueves a Montevideo para rendir homenaje al expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica, quien falleció el pasado martes a los 89 años. El velorio, que tuvo lugar en el Palacio Legislativo, reunió a decenas de miles de personas que desfilaron durante dos días para despedir al carismático líder.
Lula, visiblemente conmovido, abrazó a Lucía Topolansky, esposa de Mujica y exvicepresidenta de Uruguay, y declaró: «Pepe Mujica es un ser humano superior, una persona que intentó cambiar el mundo con su singularidad, su competencia política y su capacidad de dialogar, especialmente con la juventud».
Mujica murió en su modesta chacra en las afueras de Montevideo, acompañado por Topolansky. Un año antes le habían diagnosticado un cáncer de esófago. Lula y Boric se encontraban en Pekín, participando del IV Foro Ministerial China-Celac, cuando se enteraron del fallecimiento.
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Según su voluntad, los restos de Mujica serán cremados y sus cenizas esparcidas en su finca, un gesto acorde a su vida austera y filosófica. La ceremonia de cremación será privada y aún no tiene fecha confirmada.
El exmandatario uruguayo, que gobernó entre 2010 y 2015, dejó una profunda huella no solo en su país sino en toda América Latina, con un estilo de liderazgo cercano, austero y marcado por un fuerte compromiso social. Su legado continúa siendo inspiración para millones en la región.
Fuente y foto: DW