La devastación causada por las lluvias torrenciales agrava la crisis humanitaria en África occidental y central, dejando millones sin acceso a alimentos y refugio.
Las peores inundaciones en décadas han devastado África occidental y central, profundizando una crisis de inseguridad alimentaria en la que, según Naciones Unidas, 55 millones de personas ya sufren hambre. Las lluvias torrenciales han afectado a millones, agravando una crisis humanitaria que podría empeorar sin una intervención adecuada.
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Agencias humanitarias y gobiernos intentan alimentar y refugiar a millones de desplazados, pero la magnitud del desastre ha superado las capacidades de respuesta. La región, golpeada por conflictos y pobreza extrema, alberga a más personas en inseguridad alimentaria que toda la población de Corea del Sur.
Desde junio, las lluvias han destruido cientos de millas de hectáreas de cultivos y desplazado a personas en al menos 14 países, desde Guinea hasta la República Centroafricana. Al menos 4 millones de personas han sido afectadas y cerca de 1.000 han perdido la vida.
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Modou Diaw, vicepresidente regional del Comité Internacional de Rescate en África Occidental, advirtió sobre el posible empeoramiento de la situación: “Nunca hemos visto esto antes. Definitivamente, la crisis se intensificará en los próximos meses”. Las inundaciones, atribuidas al cambio climático, son las peores en 30 años y han registrado precipitaciones sin precedentes en varias zonas.
Fuente: The Washington Post
Foto: EL PAÍS