El término OVNI (Objeto Volador No Identificado) ha sido reemplazado por UAP en la jerga gubernamental, con la intención de desestigmatizar el tema y promover un enfoque más científico. Según la NASA, los UAP se definen como “la observación de eventos en el cielo que no pueden identificarse científicamente como un avión o un fenómeno natural conocido”.
Aunque la NASA reconoce la existencia de estos fenómenos y la necesidad de tomarlos en serio, ha reiterado que no hay pruebas de que tengan un origen extraterrestre. El director de la NASA, Bill Nelson, y el astrofísico encargado de la investigación, David Spergel, estuvieron presentes en la conferencia de prensa para discutir los hallazgos.
La investigación de la NASA se centra en tres objetivos principales. En primer lugar, se recopiló toda la información disponible públicamente, procedente de gobiernos, empresas privadas, asociaciones y ciudadanos particulares.
Luego, se determinará qué información faltaba y cuál sería la mejor manera de recopilarla en el futuro. Por último, se exploraron las mejores herramientas para analizar estos fenómenos en profundidad.
Durante la reunión de junio, los expertos resaltaron la importancia de recopilar datos de manera más rigurosa y sugirieron la posible creación de una oficina dedicada a este tema dentro de la agencia espacial. Se espera que estos esfuerzos permitan descubrir nuevos fenómenos físicos que podrían explicar algunos de los avistamientos reportados.
Es importante destacar que la inteligencia estadounidense y el Pentágono también han estado investigando los UAP, subrayando que esta cuestión afecta tanto a la seguridad nacional como al tráfico aéreo.
La colaboración entre estas entidades y la NASA podría resultar en avances significativos en la comprensión de estos misteriosos fenómenos aéreos.
