Nicaragua anunció su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras un informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos (GHREN) que denuncia la instauración de un Estado autoritario. Rosario Murillo calificó el documento como «ofensas y agresiones».
El informe, basado en 1.500 entrevistas y 7.500 documentos, acusa al gobierno de Daniel Ortega de reprimir a la oposición y silenciar voces disidentes. Sostiene que la reforma constitucional del 18 de febrero consolidó el control absoluto del poder.
El GHREN también denunció que el Ejército participó en la represión de protestas desde 2018, utilizando armamento militar para neutralizar manifestaciones. Documenta el uso de francotiradores y tácticas letales para infundir miedo en la población.
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El presidente Ortega ratificó en su cargo al jefe del Ejército, Julio César Avilés, y al jefe de la Policía, Francisco Díaz, ambos sancionados por Estados Unidos por facilitar la represión contra opositores.
Nicaragua sostiene que la ONU responde a intereses colonialistas y que su retiro es una decisión soberana. El país se distancia de los mecanismos internacionales de derechos humanos.
Las denuncias contra el gobierno de Ortega generan preocupación en la comunidad internacional, mientras organismos de derechos humanos advierten sobre la creciente represión en Nicaragua.
Fuente: DW.
Imagen: Jairo Cajina/AFP.