El sueldo promedio de un empleado del Correo Argentino supera hoy los 30 mil pesos. Pero las actas refrendadas por las entidades sindicales y avaladas por el Ministerio de Trabajo de la Nación, en contra de los intereses de los trabajadores, muestran datos inequívocos: 10 mil pesos forman parte de la suma en blanco (remunerativa) y los otros 20 mil son no remunerativos (en negro).
En efecto, un trabajador del Correo despedido en abril, con once años de antigüedad, sólo recibió 100 mil pesos como indemnización, porque lógicamente en la liquidación final no se computó su haber no remunerativo.
La misma abogada defensora de los trabajadores, Susana De los Ríos (con base en Capital Federal) le había contado a Radio 3 que eran cerca de 5 mil de los 18 mil trabajadores del Correo Argentino los que habían iniciado el reclamo.
Claro que si el Correo debiera pagar un millón de pesos por cada uno, será imposible pensar que pueda afrontar un resarcimiento de 5 mil millones de pesos.
Sin embargo, mucho de los empleados que iniciaron el reclamo, se mostraron dispuestos a desistir de la acción legal, siempre y cuando la patronal se comprometiera a blanquear las sumas no remunerativas.
La respuesta del Correo Argentino fue totalmente diferente: comenzó a despedir a los trabajadores que iniciaron el juicio y cuando tenían el telegrama en la mano les ofrecía la reincorporación a cambio del desistimiento de la acción legal. Para eso cuenta con la complicidad de los gremios, que operan en el mismo sentido. De hecho, desde que comenzaorn los despidos, no hubo ninguna acción directa impulsada por los sindicatos que permitiera visibilizar la situación.
“No pensé que iba a estar fuera del Correo, arranqué hace 28 años en la sucursal de Camarones, pero hasta acá llegamos”, lamentó en diálogo con Radio 3, Javier Gutiérrez, el primer empleado despedido de la sucursal Trelew, en febrero pasado.
“Al menos a los cinco primeros que nos despidieron, nunca tuvimos un indicio que nos iban a echar por el juicio laboral que le hicimos al Correo. Yo volví el 1º de febrero y me encontré con el telegrama”, explicó.
“Estaban refrendadas en actas firmadas por el gremio, venía todo de Buenos Aires”, dijo sobre cómo se iban aplicando las sumas no remunerativas.
“Nunca fuimos consultados por las sumas no remunerativas, pero nos dábamos cuenta que nos estaba afectando en nuestros aportes”, señaló el ex trabajador.
“En su momento estuve siete años sin estar en el gremio, pero tuve que afiliarme porque el aporte solidario ya era más alto que la propia cuota gremial, no me quedó otra”, sostuvo.
“El día que me echaron, a las 8 de la mañana, me llamaron al mediodía del sindicato para decirme “¿Gutiérrez que te pasó? Nos enteramos de lo tuyo”, cuando ya sabían todo”, recriminó.
“Nos echaron por el artículo 245, te pagan lo que corresponde y te fuiste. No dice más nada el telegrama”, aseguró.
“El jefe zonal de sucursal, Diego Idiarte, me dijo que hablara Mariano Bauer, uno de los gerentes de la sucursal de Neuquén, que lo primero que me dijo fue que renunciara al juicio. Le pregunté quién me garantizaba que si renunciaba al juicio me iban a reincorporar y me contestó que nadie, solamente él, todo por teléfono”, narró sobre el vergonzoso accionar de las cadenas de mando del Correo.
“Después me llamaron del gremio y me dijeron, che bueno, renunciá al juicio así te reincorporan. Nosotros te salimos de garantes, una vergüenza”, reprochó.
“Fui el primer despedido en la sucursal Trelew, aunque en total son 10, en dos tandas de cinco. En la primera fuimos dos de Trelew y tres de Comodoro”, recordó.
“Yo opté por contratar una abogada particular (Marisa De los Ríos), obvio que tengo que sacar plata de mi bolsillo”, señaló.
“Escuché lo que dijo por radio el gremialista, dijo que la empresa te mandaba un aviso y después te echaba; mentira, nos echaron sin decirnos nada. Nos mandaron el telegrama del Correo Argentino de Buenos Aires”, retrucó.
“Es más, cuando fui a la ANSES para cobrar el fondo de desempleo, para ellos somos del Estado, y si somos del estado, nos tendrían que haber hecho un sumario previo, y a nosotros directamente nos echaron”, sostuvo.
“Es todo muy sucio, pero yo le metí abogado y veremos qué pasa. Yo ni siquiera cobré la indemnización, la última vez que cobré el sueldo fue en febrero, por suerte mi señora es docente, aunque hay que rebuscársela”, remarcó.
“En Comodoro echaron a un empleado de 35 años, aunque él terminó acordando la reincorporación a cambio de renunciar al juicio”, referenció.
“Acá sí tenemos un caso de un cartero que echaron con 9 años de antigüedad, renunció al juicio y lo volvieron a tomar, pero con un nuevo contrato de trabajo. Le “comieron” esos nueve años”, reflexionó.
“Además si vos renunciás, tenés que pagar 20 mil pesos por desestimar el juicio y el 20 por ciento de lo que estamos reclamando, arriba de un millón de pesos, a la abogada”, enfatizó en el final.
EN CAMARONES, CORREO CERRADO

El despido del único empleado, Luis Rosas, que recibió el telegrama el último lunes, dejó a la localidad costera sin el servicio de la empresa postal pública.

«Cerrado hasta nuevo aviso», reza un cartel en la puerta de la emblemática sucursal.