El aumento del estrés, el consumo de alcohol y los cambios en la dieta durante las fiestas incrementan el riesgo de infartos, ictus y arritmias, advierten cardiólogos.
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Si bien las fiestas de Navidad y Año Nuevo son un período de celebración, también representan una época crítica para la salud cardíaca. Expertos advierten que factores como el aumento del consumo de alcohol, el estrés y los cambios en la dieta pueden provocar infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y fibrilación auricular.
El llamado “síndrome del corazón en vacaciones”, asociado al consumo excesivo de alcohol, eleva la incidencia de fibrilación auricular, una arritmia peligrosa que puede llevar a la formación de coágulos y aumentar el riesgo de ictus. “El alcohol altera las células del corazón, generando impulsos eléctricos irregulares”, explica Nick Ruthmann, cardiólogo de la Clínica Cleveland.
Además, estudios recientes señalan que los lunes durante las fiestas son especialmente peligrosos: el riesgo de infartos es mayor, agravado por el estrés adicional y los excesos de los días previos. Los datos también muestran que la probabilidad de sufrir un infarto se incrementa hasta un 37 % en Nochebuena. “Entre Navidad y Año Nuevo muere más gente de infarto que en cualquier otra época del año”, añade Ruthmann.
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Los cardiólogos recomiendan prestar atención a signos de alarma, como dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas, mareos o sudor frío, y no retrasar la búsqueda de atención médica. “Durante las fiestas, muchas personas evitan ir al médico, y esa espera puede ser mortal”, advierte Shaline Rao, del NYU Langone Hospital.
Para proteger el corazón, los expertos aconsejan comer y beber con moderación, descansar lo suficiente, mantener una rutina de ejercicio y no olvidar tomar la medicación. Con estos cuidados, es posible disfrutar de unas fiestas cardiosaludables sin comprometer el bienestar.
Fuente: National Geographic
Foto: Archivo