En conjunto también se hallaba personal de Gendarmería Nacional, efectuando control vehicular sobre la cinta amarilla, al momento que el funcionario en un Renault Clío se dirigía por la mencionada ruta hacia la ciudad de Esquel. Cuando los gendarmes le hacen señas para que se estacione, hace caso omiso a la autoridad, entonces los policás provinciales se ubicaron sobre la Ruta de frente al rodado para señalizar que frenara y estacione.
Al advertir que no tenía intenciones de frenar y a escasos metros de los uniformados efectúa una maniobra brusca hacia la banquina, estacionándose del lado de los vehículos secuestrados. En ese momento el conductor, baja el vidrio y cuando el agente femenino le hace la venia para presentarse, este la interrumpe enojado vociferando: ¡Qué ganas de romper que tienen ustedes, yo soy el juez de paz… ¿Qué no me conocen? ¿Qué querés?.
Una vez que aceptó el funcionario las condiciones del control de documentación por parte de la policía provincial, se aproximaron al lugar los gendarmes que segundos antes habían observado la secuencia de los hechos para preguntarle al juez de paz por qué razones no paró cuando le hicieron señas, les respondió que los policías lo tenían que conocer porque lo ven a diario en el juzgado.
Posterior a esto el personal de gendarmería efectúa las comunicaciones de rigor, le informan que estaba todo en regla pero le solicitan que el menor sea transportado en el asiento posterior como corresponde a la ley de tránsito y ante ello nuevamente se ofusca Azzolini e increpa a los gendarmes «Hoy es domingo, mi día de descanso, saqué a pasear a mi nieto y ustedes joden”.
Ante los dichos, el agente femenino respondió al funcionario que si este era su día de descanso, en cambio era el de trabajo de ella «me encuentro haciendo lo que me corresponde y en mi casa me esperan mis tres hijos» al tiempo que le solicitó se la respete por su condición de agente policial.
No ha trascendido si finalmente se efectuó algún acta de infracción ante lo sucedido, pero se conoció que el jefe del Escuadrón 36 de Gendarmería solicitó un completo informe de la bochornosa situación ocurrida en la portada de acceso.