La oficial de máquinas naves, Gisela González, dialogó con Radio 3 y dio cuenta del recamo que se sostiene desde AMAMFYL (Asociación de Mujeres en la Actividad Marítima, Fluvial y Lacustre) por la inclusión de mujeres en la actividad naval.
La oficial remarcó que en la actualidad “es complicada la inclusión” además de ser “mínimo el porcentaje de mujeres que acceden a este trabajo. Muchas tuvieron que trabajar gratis para hoy tener una efectividad”.
La trabajadora repasó su proceso formativo para poder estar a bordo y lamentó que pese a ello “nunca tuve una plaza de efectividad, siempre relevos”.
Expuso así que “nos tenemos que anotar en las listas laborales de los gremios y es difícil, porque no tenemos acompañamiento gremial y por eso tenemos que patear los muelles. Así conocí a muchas compañeras y llegar”.
Apuntó así que “esas listas laborales están manejadas por amiguismo o favoritismo -y- para las mujeres es muy difícil cuando hay este tipo de manejos”.
En cuanto al ámbito laboral, la oficial detalló que “hay compañeros que nos acompañan pero otros nos mandan a la casa a lavar platos y cuidar a los chicos. En estos casos prefiero no chocar porque no es un trabajo donde podes irte a tu casa, te ves la cara todo el tiempo”, reconoció.
Sobre el final, se refirió a la cuestión de los abusos sexuales en alta mar, apuntando que “es delicado” ya que muchos casos no llegan a reflejarse en denuncias. “He escuchado relatos y a mí me pasó a los 24 años, me quisieron violar y no sabía nada, donde denunciar”, reveló.
Lamentó que en ese momento a pesar de “no saber a dónde ir” desde la entidad gremial “no me dieron contención ni psicológica ni legal para encaminarme en lo que me pasó y denunciar”.
Por último, vale señalar que AMAMFYL nuclea a capitanas, oficiales de cubierta y máquinas, auxiliares de máquinas, patrones motoristas, mujeres buzos, profesionales, enfermeras navales, marineras y demás profesiones.