Un estudio del Imperial College de Londres reveló que los niños más pobres tienden a envejecer más rápido a nivel celular. La investigación, publicada en la revista The Lancet, se basó en el análisis de muestras biológicas de 1160 niños europeos entre seis y once años.
Los científicos midieron la longitud de los telómeros, estructuras que protegen los cromosomas, y los niveles de cortisol, una hormona asociada al estrés. Los resultados mostraron que los niños de entornos de bajos recursos tenían telómeros más cortos y niveles de cortisol más altos que aquellos de familias con mayor riqueza.
“El entorno de baja riqueza provoca un desgaste biológico adicional. Esto puede equivaler a unos diez años de envejecimiento celular”, explicó el Dr. Oliver Robinson, autor principal del estudio. El acortamiento de los telómeros se ha asociado previamente con enfermedades crónicas y menor esperanza de vida.
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Según el informe, los niños con mayores niveles de grasa corporal también presentaron telómeros más cortos. Además, las niñas tendieron a tener telómeros más largos que los varones. La falta de recursos como habitación propia o materiales escolares puede contribuir al estrés psicosocial desde edades tempranas.
Los autores subrayan que el estudio no debe interpretarse como una diferencia genética basada en el nivel socioeconómico, sino como una evidencia del impacto del entorno en la salud biológica desde la infancia.
Fuente: DW.