El yoga en silla se convirtió en una práctica cada vez más popular para quienes pasan largas jornadas en la oficina. Con movimientos simples y mínimas exigencias físicas, esta disciplina ofrece una solución efectiva para mejorar la salud física y mental en entornos laborales. A pesar de su asociación con ejercicios de bajo impacto, sus beneficios son profundos, desde la mejora de la postura hasta la prevención de lesiones.
Movimientos simples, grandes beneficios
Stacie Dooreck, instructora certificada de yoga en California, ha enseñado esta técnica en empresas y afirma que el yoga en silla puede mejorar la flexibilidad, prevenir el síndrome del túnel carpiano, y generar una mayor concentración y energía. “Cinco minutos al día de yoga en silla son más efectivos que hacerlo durante una hora una vez a la semana”, asegura Dooreck.
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Movimientos recomendados para comenzar
Para quienes desean integrar esta práctica, se sugiere empezar con movimientos básicos:
Calentamiento: hacer círculos con manos y pies para activar las articulaciones.
Postura del gato-vaca: inhalar elevando la barbilla y expandiendo el pecho, exhalar redondeando la columna.
Flexiones laterales: estirar los brazos hacia los lados, alternando.
Torsiones: girar el torso hacia ambos lados.
Inclinación hacia adelante: inclinarse hacia las rodillas desde una posición sentada.
Hábitos energizantes
Además del yoga, pequeñas pausas activas durante el día pueden mejorar el rendimiento laboral. Jack Groppel, vicepresidente de Ciencias Aplicadas en Wellness & Prevention, sugiere moverse de forma intermitente, como levantarse de la silla o caminar brevemente por la oficina. Esto puede tener un impacto positivo en la energía y productividad.
Fuente: Infobae.
Foto illustrativa: iStock.