El Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) se encuentra en la fase final para iniciar la producción de vino sin alcohol en Uruguay. La iniciativa, que ha estado en marcha desde el año pasado, está a la espera de la firma presidencial para avanzar en el proyecto. Según el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, el presidente, Luis Lacalle Pou, y la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, deben poner el último sello.
El decreto necesario para establecer la normativa de producción de vino sin alcohol está pendiente. Actualmente, la legislación nacional exige que el vino tenga un mínimo de 9.5 o 10 grados de alcohol, y este nuevo tipo de vino aún no cuenta con una figura jurídica. Ricardo Cabrera, presidente del Inavi, adelantó que la firma del decreto para habilitar la producción está próxima, y Uruguay se unirá a países como Países Bajos, Australia y España en la elaboración de esta innovadora variedad de vino.
El vino sin alcohol se obtiene mediante un proceso de osmosis inversa, donde una membrana separa los componentes del alcohol. Este tratamiento, aplicado a cualquier tipo de vino, incluso espumantes, garantiza la calidad del producto final. Sin embargo, debido a los costos elevados, el Inavi sugiere que las bodegas se asocien para abaratarlos. Países como España, Francia y Chile ya han incursionado con éxito en la producción de vino sin alcohol.
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En contraste con la innovación del vino sin alcohol, las estadísticas muestran una disminución del 34% en la producción de vinos en Uruguay en 2023 en comparación con 2022. Los vinos rosados experimentaron la mayor caída, con un retroceso del 54%. A pesar de este descenso, el presidente del Inavi destaca el potencial del vino sin alcohol como una nueva opción para la industria vitivinícola uruguaya.
Fuente: Ámbito Financiero