Boeing anunció que suspendió las negociaciones con la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM), retirando su última oferta y complicando la posibilidad de poner fin a una huelga que lleva casi un mes.
Esta paralización ha afectado la producción de modelos clave como el 737 MAX y el 777, además de retrasar la entrega del avión cisterna militar 767.
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A pesar de la huelga, Boeing informó que logró entregar 33 aviones a sus clientes en septiembre. Sin embargo, la situación sigue afectando gravemente las operaciones en sus plantas de Renton y Everett, donde se ensamblan algunos de sus aviones más importantes.
En un mensaje interno, Stephanie Pope, directora de la división de aviación comercial de Boeing, aseguró que la empresa negoció de «buena fe» y que la oferta más reciente incluía un aumento salarial del 30%. A pesar de la falta de avances, Boeing reafirmó su compromiso de continuar buscando una solución que reconozca a sus empleados y mantenga la viabilidad de la empresa.
La suspensión de las negociaciones añade incertidumbre sobre cuánto tiempo más podría extenderse la huelga y el impacto que tendrá en la producción y entregas de Boeing.
Fuente: RFI.