Nuevas investigaciones publicadas por The New York Times señalan que entrenar por la tarde podría ser la mejor estrategia para quienes buscan reducir los niveles de azúcar en sangre y prevenir la diabetes tipo 2. La evidencia científica posiciona al ejercicio físico como un factor tan influyente como la alimentación en el control de la glucosa.
Expertos como el Dr. Donald Hensrud, de Mayo Clinic, explican que durante la actividad física los músculos utilizan con mayor eficiencia la glucosa circulante. Esto no solo reduce el azúcar en sangre, sino que además disminuye la grasa abdominal, asociada con la resistencia a la insulina y el riesgo cardiovascular. Y si bien la genética y la dieta también influyen, la actividad física constante puede marcar una diferencia crucial.
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Además del momento del día, el tipo de ejercicio es determinante. Entrenamientos de fuerza y rutinas de alta intensidad muestran mayor eficacia que el cardio tradicional. Un estudio citado por The New York Times reveló que el levantamiento de pesas ofrece mejores resultados para el control de la glucemia en personas con diabetes tipo 2 y también puede prevenirla en quienes están en riesgo.
El Dr. Gerald Shulman, profesor en Yale, sostiene que levantar pesas con exigencia es más beneficioso que hacerlo de forma ligera. Alternar fuerza con ejercicios en intervalos de alta intensidad potencia los efectos, especialmente en mayores de 60 años, quienes suelen perder masa muscular más rápidamente si no realizan esfuerzos físicos regulares.
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En conclusión, para optimizar los beneficios del ejercicio sobre el azúcar en sangre, los expertos recomiendan hacerlo por la tarde, incluir rutinas intensas de fuerza y mantener la constancia. Si bien caminar sigue siendo positivo para la salud general, no reemplaza el impacto metabólico que tiene el trabajo muscular exigente.
Fuente: Infobae