La técnica, inédita hasta ahora, fue hallada en el cuerpo de un capellán austríaco momificado hace siglos. El hallazgo podría cambiar lo que se sabe sobre rituales funerarios en Europa.
Un grupo de científicos reveló un método de embalsamamiento completamente desconocido hasta hoy: por vía anal. El hallazgo se hizo en Austria, en el cuerpo momificado de un hombre hallado en el año 2000 en una iglesia de Sankt Thomas am Blasenstein, conocido como el “capellán secado al aire”.
Según el estudio, publicado por la revista Frontiers in Medicine, se trata posiblemente del cuerpo de Franz Xaver Sidler von Rosenegg, un capellán con vínculos aristocráticos que habría muerto entre 1734 y 1780, a una edad estimada de entre 35 y 45 años.
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El primer caso registrado de embalsamamiento rectal
A diferencia de los procedimientos tradicionales, que incluyen la apertura del abdomen, esta momia no presentaba cortes externos. En cambio, los científicos encontraron las cavidades abdominal y pélvica llenas de un extraño material mezclado. “La pared del cuerpo no estaba abierta, por lo que la única entrada posible era el recto”, explicó el autor principal del estudio, Andreas Nerlich.
Esta técnica representa una forma única de “preparación química interna” sin precedentes, incluso entre los métodos egipcios más conocidos. El procedimiento podría haber servido para conservar el cuerpo desde su interior, sin desfigurarlo por fuera.
Un interior lleno de misterios
En el interior del cuerpo, los investigadores encontraron una mezcla compuesta por virutas de madera, ramitas, tela de lino parcialmente decorada y un trozo de seda costosa con un dibujo complejo. El análisis toxicológico también reveló niveles muy altos de zinc, lo que sugiere que la mezcla buscaba acelerar la deshidratación del cadáver desde el interior.
Para los autores del estudio, este descubrimiento obliga a reconsiderar los enfoques con los que se examinan otros restos momificados. “Las futuras investigaciones de tumbas deberán tener en cuenta este tipo inusual de embalsamamiento”, advirtieron.
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Un estilo de vida de clase alta
Los análisis sobre su alimentación indican que Franz Xaver Sidler von Rosenegg creció con una dieta rica en cereales centroeuropeos, carne, productos animales y pescado. “Esto coincide con la dieta típica de un vicario parroquial y con la de monjes y miembros de la baja nobleza del sur de Alemania en esa época”, detalla el informe.
Además, se hallaron indicios de que fumaba en pipa y padecía tuberculosis pulmonar crónica, lo que probablemente fue la causa de su muerte. Su modo de vida respalda la idea de que provenía de una familia aristocrática local.
Con información de DW.