La frontera entre Argentina y Chile, en su tramo de 339 kilómetros en Neuquén, se caracteriza por una alta cantidad de pasos clandestinos que utilizan traficantes y contrabandistas. Estos caminos irregulares permiten el tránsito ilegal de productos como drogas, ropa, tecnología y medicamentos, con más de 50 rutas activas identificadas hasta el momento. Las autoridades neuquinas, en colaboración con fuerzas de seguridad argentinas y chilenas, buscan frenar este fenómeno que amenaza la seguridad de la región.
Uno de los recientes casos más alarmantes fue el de una mula chilena que, a pesar de tener una medida cautelar en su contra en Chile, logró ingresar a Argentina a través de un paso clandestino. En otro operativo, la Gendarmería Nacional desmanteló una red que traficaba medicamentos destinados a Chile, drogas que no solo se usan en animales sino también para adulterar sustancias ilícitas como la cocaína.
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A lo largo de los años, la región de la cordillera neuquina ha sido punto de tránsito de grandes cantidades de cocaína, como ocurrió el año pasado, cuando se decomisaron 789 kilos de la droga en Caviahue, con destino a Chile. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la porosidad de la frontera hace difícil controlar completamente el tráfico. La geografía de la zona, con pasos transitables durante todo el año, contribuye a esta problemática.
El reciente «Operativo Cordillera» permitió un trabajo coordinado entre la Policía de Neuquén, Gendarmería Nacional, Prefectura, la PDI de Chile y Carabineros. Los esfuerzos conjuntos buscan identificar los puntos más críticos de la frontera y reducir el contrabando, aunque las autoridades reconocen que no existe una solución definitiva, ya que los traficantes adaptan constantemente sus métodos.
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El análisis de los pasos clandestinos revela una clara dinámica entre los lugareños, quienes a menudo viven bajo amenazas de traficantes, que les pagan para esconder o trasladar productos ilegales. Las comunidades cercanas a la frontera también se ven afectadas por el contrabando de productos como ropa y tecnología provenientes de Chile, donde los precios son más bajos.
Fuente: La Mañana de Neuquén.