La falta de acuerdo con la oposición y la cancelación de reuniones clave complican la posibilidad de convocar sesiones extraordinarias, que podrían no llevarse a cabo en enero.
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El Gobierno enfrenta serias dificultades para convocar sesiones extraordinarias, una medida que parecía necesaria para tratar diversas iniciativas legislativas. Fuentes del Ejecutivo confirmaron a Ámbito que la ampliación de la agenda legislativa solo sería posible si se logran los consensos necesarios, algo que hoy parece complicado.
Uno de los mayores obstáculos radica en la falta de apoyo entre el oficialismo y la oposición. Las iniciativas que el Gobierno busca tratar no cuentan con el respaldo de la oposición, mientras que las propuestas de la oposición no obtienen el apoyo del oficialismo.
Este martes, la situación se complicó aún más con la cancelación de un encuentro clave entre el bloque de senadores del PRO, que comparte algunos intereses con los libertarios, y el presidente Javier Milei. La reunión, prevista para el mediodía en la Casa Rosada, fue suspendida, tal como lo confirmó el presidente del bloque PRO, Luis Juez.
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A nivel de la Cámara de Diputados, tampoco hubo acercamientos. Desde el entorno del jefe del bloque, Cristian Ritondo, aseguraron que no se produjo ningún contacto para discutir los proyectos que podrían ser tratados. La última reunión entre el Ejecutivo y los diputados de la oposición se había realizado en octubre.
Manuel Adorni, vocero presidencial, aclaró durante la conferencia de prensa de este martes que no hay decisiones definitivas sobre la convocatoria a sesiones extraordinarias. “No hay nada absolutamente definido”, expresó. Además, sostuvo que «entendemos que en enero no va a haber» sesiones extraordinarias, aunque subrayó que “pronto habrá novedades”.
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El clima de desacuerdo también se refleja en el seno del PRO, especialmente después de la falta de quórum que permitió que La Libertad Avanza fracasara en su intento por tratar el proyecto de Ficha Limpia en la Cámara Baja la semana pasada. En respuesta, el Gobierno lanzó una iniciativa similar, aunque aclararon que no tiene intenciones de incluirla en la agenda legislativa. Fuentes del Ejecutivo criticaron la forma en que el PRO manejó el tema y expresaron su desacuerdo con la idea de la proscripción que implica la iniciativa.
Por otro lado, la propuesta que más interesa al Gobierno, la Reforma Electoral, también enfrenta resistencia. Desde el entorno de Mauricio Macri, ex presidente y líder del PRO, se deslizó la preocupación de que la reforma podría tener el objetivo de eliminar las primarias, lo cual restaría oportunidades a ciertos sectores dentro de la oposición en la carrera electoral.
Fuente: Ámbito Financiero
Foto: Archivo
