“A veces cuando hablo con amigos, y con la misma familia, me dicen, nadie te va a creer que la doble trocha se va a terminar. Me acuerdo que cuando arrancamos, Lolo Morejón se mostraba entusiasmado por los primeros pasos. Pero nadie podría llegar a creer las cosas que han sucedido, desde la lógica no pueden haber pasado 15 años y la obra sigue sin terminarse”, analizó Julio Otero en un nuevo capítulo de análisis sobre la infinita doble trocha.
“La empresa Sapag ya le había comunicado a nuestro administrador que se iba y existía esta posibilidad de la transferencia de contrato, de lo contrario hubiéramos entrado en ese largo proceso de un nuevo llamado a licitación”, valoró sobre la contratación de la constructora comorense Rigel.
“Las empresas pudieron firmar el acuerdo, ya está en Buenos Aires que debe pasar ahora por todas las gerencias administrativas de Vialidad; finanzas, legales, técnica, para que finalmente sea aprobado”, explicó Otero.
“La gran diferencia de este acuerdo, que llevará unos 60 a 90 días de trámite, es el ahorro de tiempo en relación a lo que hubiera sido una nueva licitación”, rescató.
“La empresa Rigel, de Comodoro, ha tenido una actuación provincial y en su relación con Nación muy buenas”, reconoció.
“La gran expectativa en la reunión con los intendentes era trabajar codo a codo para que cuando empecemos con los accesos no tengamos ningún tipo de interferencias”, indicó el jefe de Vialidad Nacional en Chubut.
“Cuando se inició esta obra el nuevo Hospital de Trelew no existía y eso generará un importante nudo de tránsito sobre la Avenida Eva Perón, lo que nos obligará a trabajar en una nueva intersección”, planteó Otero.
“Más allá de las opiniones de nuestros técnicos, el rol principal lo tiene el municipio”, aclaró.
“Creemos que entraremos en un momento de aguas calmas, que se terminan los desencuentros, porque todas las cosas que no se debían hacer pasaron todas juntas en esta obra. Y en medio de esos conflictos, el plan de obra de Vialidad Nacional siguió adelante en otras rutas”, lamentó.
“Es el viejo presupuesto actualizado por el proceso de inflación. Uno convierte el contrato de Sapag que se firmó en dólares, del que solamente ejecutó el 11 por ciento, y lo que en su momento eran casi 700 millones de pesos hoy son casi 2 mil millones de pesos”, precisó Otero sobre el nuevo monto.
“Sapag nunca encontró el ritmo de obra, fue picoteando un poco en Madryn, otro poco en la ruta y otro en Trelew, nunca hubo un avance concreto”, evaluó.
“Una empresa de ruta en la Argentina debe tener una gran capacidad financiera, de lo contrario es difícil que pueda ejecutar una obra como la autovía”, sostuvo.
“Sapag tenía una gran cantidad de obras tomadas y al mismo tiempo Vialidad empezó a tener retrasos en los pagos, se fue de los 90 a 180, 270 días y la obra comenzó a hacerse inviable”, apuntó.
“En esta obra son 150 mil toneladas de concreto asfáltico, es dinero todos los días, ahora si la administración se retrasa es imposible”, aseveró.
Respecto del volumen de trabajadores, Otero se mostró cauteloso: “va a depender en gran medida del ritmo de obra y de los frentes de trabajo que se plantee la empresa, si va empezar con los dos accesos, necesitará bastante personal. Pero no quiero adelantarlo en números para no generar falsas expectativas, primero necesitamos conocer el plan de trabajo e inversiones”, justificó.
“El convenio de traspaso de obra está firmado entre Sapag y Rigel, aunque esta última podría tener otros socios en la realización, no es una obra exclusivamente caminera, tiene muchas obras urbanas. Madryn se quedó sin el acceso, tendrían que haber terminado al menos la carpeta”, reprochó.
“Esta situación tampoco fue exclusiva de Sapag, a partir de agosto del año pasado todas las empresas viales de la Argentina empezaron a pedir actualizaciones de plazo. En general se habían neutralizado todas las obras, salvo algunas dentro de los peajes, en diciembre se reiniciaron después de que supieron cómo iba a ser la música hacia adelante”, fundamentó sin embargo.
“En las primeras reuniones con el gobierno nacional se plantearon prioridades para cada provincia, en el caso de Chubut acordó cuatro obras prioritarias: la autovía Trelew-Madryn, la autovía Comodoro-Caleta de la que estamos preparando la licitación y en las próximas semanas haremos el llamado, la Ruta 25 en el tramo de Las Plumas en el que se sigue circulando por desvío y estamos preparando el proyecto que sigue, que son 80 kilómetros más hasta Los Altares desde el kilómetro 234, y finalmente la Ruta 40 en la zona de Tamariscos, que se llamará a licitación para ver si en el verano podemos hacerla. Son 30 kilómetros, una obra chica, pero ya es difícil transitar por los baches”, resumió.
“Hemos dispuesto que todo el proyecto de la autovía Trelew-Madryn se revise nuevamente para ver si la obra que viene nos dará respuesta a todo lo que necesita la ruta. En los días de lluvia ya se ve algún ahuellamiento en la carpeta nueva, la del sentido norte-sur”, admitió.
“En la Ruta 40 ya hemos recuperado 26 kilómetros de Esquel a El Bolsón de los 70 que debemos reconstruir, la empresa ahora está en veda invernal, pero estimamos que para la primavera del 2022 estará recuperado todo el corredor porque precisamente se debe intervenir desde el cruce con la 259 hasta el límite con Río Negro”, señaló respecto de otras de las obras en desarrollo.
“No puedo olvidarme del puente de Arroyo Verde, pasaron más de ocho años desde abril de 2012 cuando esa correntada arrasó con el terraplén y todavía no tenemos el nuevo puente, es otra cuenta pendiente. Es el colmo”, criticó Otero.
“Tenemos que tener mucho compromiso, si uno está siempre encima en algún momento las obras salen”, consideró.
“Esta nueva normalidad del Covid-19 es muy tediosa. Tenemos más de 100 personas distribuidas en los 16 campamentos invernales, si hubiera un contagiado deberíamos bajar todos los campamentos y encima no contamos con reemplazo, estamos cortando clavos. Les hemos pedido a los trabajadores más expuestos que no bajen porque es la única forma de estar tranquilos”, expuso el agrimensor.
“Los recambios se van produciendo cada 15 días de los 60 que dura el operativo, además han mejorado las comunicaciones”, destacó.
“Salvo en Los Altares donde tenemos una responsable de campamento, el personal femenino trabaja en las oficinas. Es una cuestión de desarrollo cultural, de a poco va a cambiar”, anheló Otero.
