El Pontífice pide condonar o reducir de forma significativa la deuda externa, invertir en educación y combatir la pobreza extrema como parte de su mensaje para la Jornada de la Paz.
El Papa Francisco ha realizado un llamado contundente para aliviar la carga de deuda de los países más pobres, en un gesto que busca restaurar la dignidad y abrir caminos hacia la esperanza. En su mensaje para la 58ª Jornada Mundial de la Paz, a celebrarse el 1 de enero de 2025, el Pontífice abogó por la condonación total o una reducción significativa de la deuda externa, destacando su impacto devastador en las naciones más vulnerables.
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El mensaje del Papa, titulado «Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz» , también incluye propuestas concretas como destinar un porcentaje de los gastos en armamento a un Fondo Mundial. Este fondo estaría orientado a eliminar el hambre, promover el desarrollo sostenible y combatir el cambio climático en las regiones más afectadas. Además, Francisco instó a la abolición total de la pena de muerte en todos los países, señalando que estas acciones son fundamentales para erradicar las «estructuras de pecado» que perpetúan la desigualdad y el sufrimiento.
Francisco subrayó la urgencia de atender el “grito desesperado de auxilio” de millones de personas que enfrentan pobreza extrema, conflictos bélicos y desastres ambientales. Según el Pontífice, estas problemáticas no solo representan una amenaza para las generaciones presentes, sino también para la humanidad en su conjunto. En su mensaje, remarcó la importancia de realizar cambios culturales y estructurales para garantizar un futuro más justo y sostenible.
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El Papa también resaltó la conexión entre el Jubileo de 2025 y la justicia divina, instalando a los líderes globales ya la sociedad a reflexionar sobre el uso de los recursos naturales, la posesión de bienes y las relaciones con los más desfavorecidos. Este Jubileo, que comenzará el 24 de diciembre, representa una oportunidad histórica para restablecer la equidad en todos los aspectos de la vida humana y atender las profundas desigualdades que afectan al mundo.
En un mundo marcado por la desinformación, la exclusión de migrantes y las grandes inversiones en la industria militar, Francisco recordó que el cambio comienza con el reconocimiento de responsabilidades individuales y colectivas. Su mensaje concluye con un llamado a la acción: escuchar las necesidades de los más pobres y trabajar en soluciones integrales para construir una sociedad más humana y solidaria.
Fuente: Infobae
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